El divorcio de los padres es difícil para cualquier niño. Sin embargo puede ser especialmente difícil para niños que viven con TDAH por ciertas características que vienen con el diagnóstico.
Dificultad manejando emociones. Estos niños no manejan bien sus emociones y en ocasiones viven en una montaña rusa emocional que puede ser desgastante para ellos y para sus familiares. Los niveles de ansiedad, el enojo y el duelo que viene al “perder” a uno de sus padres se viven con mayor intensidad.
Hiper-enfoque. Ese enfoque que muchas veces parece una obsesión puede hacer que alguna idea o un pensamiento negativo se quede en su mente dando vueltas por un largo tiempo. Este hipar-enfoque también hace más difícil dejar ir o soltar ciertos temas.
Falta de flexibilidad. Adaptarse al cambio es especialmente difícil para estos niños. La falta de flexibilidad en sus pensamientos hace más difícil cambiar su percepción.
Aunque no podemos prevenir las dificultades que nuestro hijo vivirá con el divorcio, sí podemos ayudar a que esta transición fluya de la mejor manera posible.
A continuación te daré 5 pasos a seguir para apoyar a tu hijo durante este difícil proceso:
1. Los padres tienen que permanecer unidos. Los adultos deben de trabajar sus dificultades sin involucrar al niño. Ya sea en terapia o en casa pero los adultos son responsables de sus sentimientos, emociones y reacciones. Aunque en un principio pueda parecer imposible los padres deben de trabajar en unión. Establezcan reglas sobre el tiempo que pasarán con su hijo, la unión de ambos ayudará a que el niño tenga un sentimiento de control y calma.
2. Hablen con su hijo acerca de los cambios que vendrán. No hay que dar demasiada explicación, no se trata de abrumarlo y espantarlo. Simplemente es darle un sentimiento de calma y control al saber lo que le espera. Ejemplo: Expliquen qué papá o mamá vivirán con el niño, quién lo llevará al colegio, que pasaron los fines de semana, etc. No hay problema si los planes después cambian, pero dejarle saber lo que viene le ayudará a sentirse seguro.
3. Hay que ser constantes en ambas casas. Respetar horarios lo mejor posible, si el niño toma medicamento dárselo a la misma hora en ambas casas. Deben de seguir poniendo límites y debe de haber estructura en ambas casas. Es común que con el divorcio vengan permisos que normalmente no dejarían como horas en la computadora o comer comida chatarra todos los días. Esto es un error. Los niños necesitan límites y contención.
4. Comunicación abierta. Siempre hablar de cómo se siente, qué le da miedo, qué dudas puede tener, qué pueden modificar (que sea real) para que su hijo se sienta mejor. NUNCA atacar o criticar al otro padre frente al niño. Aun cuando el niño regresa a casa y se queja de algo que no le pareció, permitanle expresarse pero no tomen partido y se unan en criticar al padre o a la madre. Los adultos deben de tener la capacidad de hablar uno con el otro y mantener una comunicación abierta también entre ellos. Siempre recuerden que es por el bien de su hijo y que no tiene que ver con ustedes. Aunque el menor esté en medio drama o en esa montaña rusa emocional, los padres son su calma y a en eso se deben de enfocar.
5. Tu hijo no es tu terapeuta ni tampoco tu mejor amigo. Si necesitas desahogarte llama a tu amiga o a tu madre o hermana pero no lo hagas con tu hijo. Si tienes posibilidad busca a una terapeuta o psicóloga que te pueda guiar y acompañar en este proceso. Se vale sentirse triste, enojado y frustrado pero el niño no tiene por qué cargar con emociones ajenas. Encuentra la manera de regresar a tu centro (meditación, bailar, escribir, bañarte, salir a caminar, correr, etc) y después regresas a tu actividad con tu hijo.
El divorcio revela muchos sentimientos y probablemente tu hijo estará más reactivo, es normal. Tenle paciencia y siempre asegúrale que el divorcio no tiene nada que ver con él ni es por falta de amor hacia él. Asegurale que ambos padres lo aman y siempre estarán disponibles para él.
Comments