El Trastorno Deficit de Atención es parte de mí. Para bien o para mal a impactado en todos los aspectos de mi vida. A sido el causante de tremendos dolores de cabeza no solo para mí, si no para los que me rodean, pero también es la fuente de donde brotan mis más preciados talentos y virtudes y me a regalado una perspectiva de la vida que muchas personas no logran ver nunca.
Cada vez que escribo en mi página, en Instagram o en Facebook busco convencer a quien me lee de que esto no es una sentencia de vida y que con las herramientas correctas y estudiando un poco todo niño o adulto puede alcanzar su mayor potencial.
Mi vida hoy está muy lejos de mi infancia y adolescencia. Esa niña que pasaba días metida en la oficina, reportada, castigada o señalada, odiaba la escuela, o más bien odiaba los estudios pues la escuela era un maravilloso lugar para socializar, convivir con sus amigas y hablar hasta por los codos. Siempre escondí muy bien mi frustración y mi vergüenza por que eso era lo que sentía, vergüenza al ser llamada al frente del salon y no tener idea de que hablaba la maestra o no entregar tareas por que olvidaba hacerlas o incluso hacerlas y olvidarlas en casa.
Cuando comencé la universidad fue la misma historia pero con unos años más por lo cual mi autoestima estaba por los suelos; hasta que en el año 2000 aplique a The University of San Diego y me aceptaron!!! Me costó trabajo pues todavía vivir en la obscuridad y no sabía que había un motivo por el cual todo me costaba más trabajo, sin embargo me gradué ya con un bebé en casa y embarazada de mi segundo hijo. ¿Por qué menciono esto? POR QUE SI SE PUEDE. Con todo y mi TDAH y mi bebé en casa y mi embarazo lo logre! Me tarde pero lo hice.
Fue años después cuando comencé a investigar y aprender acerca de lo que en ese entonces solamente era diagnostico de mi hija. Me di cuenta de que las mismas características que eran un problema en mi infancia y adolescencia bien empleadas me harían una estudiante más fuerte y en un futuro a mis hijos también.
La realidad es que tienes que aprender a abrazar lo que te define. Vivir con TDAH es parte de mi vida, no puedo huir de él, ignorarlo tampoco.
Hace casi un año decidí comenzar este proceso de convertirme en Life Coach de TDAH y lo digo con mucho orgullo pues NUNCA me hubiera imaginado que yo elegiría volver a estudiar.
Es importante que se graben lo siguiente: Vivir con TDAH no significa que serás un fracaso en la escuela. Como padres es sumamente importante recordar esto pues debes de ver el enorme potencial que tienen tus hijos y que eventualmente ellos lo vean también. No los dejes esconderse detrás de esa etiqueta, es una explicación más no una excusa.
Educarse es el factor número uno para salir adelante pues es la diferencia entre darse por vencido y chocar contra miles de paredes y entender por qué y cómo mejorar.
Yo no sé si mis padres pasaban noches en vela buscando maneras de ayudarme pero se que yo lo hago y sé que hay varios padres de familia que lo hacen también. No olvidemos nunca de que cada paso por más chico que sea cuenta. El esfuerzo cuenta!
Vivir con TDAH no es bueno ni malo solo es. Lo que necesitamos más que nada las personas que vivimos con TDAH es amor, sé que suena sencillo y cursi pero dentro del amor está la aceptación, la paciencia y la esperanza.
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