Cuando me mudé a Florida fue cuando descubrí mi diagnóstico. Al parecer mi TDAH estaba “controlado” en una rutina de años. Rodeada de apoyo y en las 4 paredes de lo conocido. Mudarme de país, dejar atrás familia, hogar, rutina, idioma, apoyo en casa y comenzar de nuevo fue suficiente para que mis síntomas crecieran tanto que explotaran frente a mi. Comencé terapia y coaching pero esa una confusión diaria de fechas y lugares, proyectos olvidados, regalos sin entregar. Fui ahí en donde el Universo me puso a dos mujeres hermosas en mi camino. En ellas encontré a dos amigas en las cuales me apoyé para no olvidar eventos, me recordaban fechas, lugares...
Gracias amigas por nunca hacerme sentir como una loca, por reírse de mis comentarios inapropiados y por estar a mi lado.
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