Yo también soy madre del niño inquieto, del niño que nunca se detiene, él que no escucha. Soy madre del niño que es mandado a su recamara varias veces a la semana para que piense lo que hizo. Soy mamá del niño que habla demasiado fuerte y que es impulsivo y toma cosas que no debe y hace cosas que sabe lo meterán en problemas.
También soy la mamá que en las noches no logra dormir por culpabilidad. La que se preocupa si fue demasiado dura con él. La que nota las miradas o escucha los susurros de otras padres que juzgan y llaman a mi hijo salvaje o mal educado. Soy la que le explica a su hijo que no puede ser invitado a todas las fiestas e intenta no demostrar el enojo que siente cuando no lo invitan a una fiesta.
Soy la madre que a aprendido a elegir sus batallas y hacerse de la vista ciega por que si no lo hiciera, mi hijo siempre estaría en problemas. Soy madre del niño inquieto y le pido a Dios que me ayude a guiarlo y a enseñarle a usar esa energía de manera positiva. Le pido a Dios que mi hijo salvaje, ruidoso, aventurero e inquieto sepa separarse del grupo de “amigos” que lo inviten a hacer cosas que él sabe no estas bien, aun cuando él se tenga que alejar solo. Que no le importe lo que las demás personas piensen de él.
A esa mamá del niño inquieto que vi ayer solo tengo una cosa que decirte: Estas haciendo un gran trabajo! Somos una tribu y no estas sola en este proceso, somos varias leonas paradas junto a ti!
Comments