Ya llevaba un tiempo notando que mi hijo “arrastraba los pies” para hacer cualquier cosa. Como un gato arrastrándose en cada esquina del callejón, maullando y peleando con otros gatos, enojado y triste.
Decidí observarlo por un tiempo y cambiar factores externos. Dormirlo mas temprano, eliminar por completo azucares, eliminar tiempo en la televisión, hacer más ejercicio, hablar con su maestra para ver si algo o alguien en la escuela le estaba causando esta pesadez, pero nada.
Mi hijo llevaba tomando Guanfacine por un tiempo. Comenzó con 1mg al día dividido 1/2 en la mañana y 1/2 en la noche y después el médico aumentó la dosis de la noche a 3/4. Sus impulsos bajaron y lograba sacar buenas calificaciones pero a decir verdad prefiero un niño reprobado y alegre que uno tristeando y sin quejas escolares. OJO, no estoy diciendo que es una o la otra, solamente que cuando el medicamento no es el indicado la personalidad de el niño cambia y eso no es lo que queremos los padres.
Fuimos a ver a su doctora y después hablar por casi dos horas decidimos darle un break al medicamento y ver qué pasa. Poco a poco fuimos bajando la dosis hasta llegar a cero y finalmente el gato triste se fue de casa. No más arrastrar los pies, no más maullidos ni peleas.
Mi hijo ahora parece un “cachorro juguetón”, de esos que no están quietos ni un segundo y van dejando huella por donde caminan. Florero roto por aquí, balonazo por allá, trompo bailarín en la mesa, trompo bailarín arriba de la mesa, trompo bailarín abajo de la mesa y una diarrea verbal que no toma pausas ni para respirar y sin filtro alguno por lo que está metido en problema tras problema.
(Cuando veo a mi hijo así, “al natural” quisiera que todos aquellos que dicen que el TDAH no existe se muden a mi casa y me den su opinion).
Mañana vuelve al colegio y en esta ocasión estoy más nerviosa de lo normal pues no quiero que sus compañeros lo señalen o la maestra pierda el control y le lastime el autoestima…
Por ahora estará así sin medicamento, al natural. Mas adelante no lo sé, quizás intentemos otro medicamento antes de terminar el año escolar o quizás hasta finalizar el verano.
Mientras tanto sigo observando a mi cachorro jugar.
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