El trastorno de procesamiento sensorial (TPS) no es una excusa para tapar las malas conductas de nuestros hijos.
Nuestros hijos no son "malos niños".
A nuestros hijos no les falta disciplina.
El comportamiento de nuestros hijos no se arregla con una "buena nalgada.
No podemos educar o tratara estos niños como a los demás.
El trastorno de Procesamiento Sensorial es real.
Si alguna vez te encuentras a mi hijo en crisis no es porque está consentido, simplemente hay demasiados estímulos a su alrededor.
Es muy diferente cuando un niño está en crisis de cuando está haciendo un berrinche.
Nuestros hijos no son raros, no son berrinchudos y mucho menos son malos niños. Por favor no juzguen y edúquense en el tema.
El cambio es difícil para mi hijo.
Los niños con TPS necesitan estar en constante movimiento o en posiciones extrañas como de cabeza.
Hay alimentos que nunca van a comer á veces por la textura y otras veces por como se ven.
El TPS no se quita cuando crecen.
Nosotros no somos malos padres.
No nos juzguen como padres, apóyennos y anímennos.
Cuando parece que nuestros hijos están "papaloteando" lo que están haciendo es procesando emociones y sentimientos.
El TPS no solo afecta al niño sino que afecta a toda la familia y personas que viven con el niño.
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